martes, 17 de febrero de 2009

Según como se mire todo dependee... eee... eee.

No te amo más

Mentiría diciendo que
todavía te quiero como siempre te quise
tengo la certeza que
nada fue en vano
siento dentro de mi que
vos no significas nada
no podría decir jamás que
alimento un gran amor
siento cada vez más que
¡ya te olvidé!
y jamás usaré la frase
¡yo te amo!
lo siento pero debo decir la verdad
es muy tarde.


(Ahora leelo de abajo para arriba.)


El finde salí a cenar, nos sentamos en una mesita en la vereda, se acercó un muchacho y me dió un papelito con esta poesía que abajo tenía su correspondiente pedido " a voluntad ", la leí y como me sorprendió mi voluntad fue darle algo a cambio, el muchacho no regresó.
En fin... esto me hizo reflexionar de que todo en la vida tiene otra lectura, otra forma de ver las cosas. La realidad es una sola, eso no se discute, peeeero no siempre la vemos desde el ángulo correcto.
Es muy interesante lo q " el otro " puede llega a interpretar o a ver.
Un consejo, una opinión distinta , otro enfoque, aceptar que no somos los dueños de la verdad, tratar de ver las cosas de manera diferente nos ayuda a tomar mejores decisiones, lo tengo comprobado.



3 comentarios:

Minister dijo...

Va de la mano con "Ponerse en el lugar del otro". Algo que me cuesta mucho.

Sólo me sale jugando al ajedrez o las damas.

Mariann dijo...

si es un tipo petiso, gordo y con olor a vino, también me toco, en plaza serrano.

ay pero que coincidencia!

Anónimo dijo...

La verdad, es apenas un arbol sobre la colina, cada uno, desde su posicion sobre el campo, puede ver el arbol, pero desde realidades tan diferentes como lo marca la posicion desde donde se esta parado.

La verdad es un echo innegable, ahora, comprender las realidades de los demas nos da la pauta desde que perfil se puede observar el arbol, eso no nos da la verdad del otro, pero si, un idea de su vision frente a lo innegable, la verdad.

Tener la capacidad de desprenderse de uno mismo y de nuestra realidad nos regala la posibilidad de apreciar al otro no como la sumatoria de individuos, sino, como parte de uno mismo frente a un todo. Ahi, radica la unidad, la union, el uno.

Nadie es dueño de la verdad, eso es cierto... pero somos dueños de nuestras realidades que marcan nuestra verdad, tan infinita como personas en el mundo.

Creo que existe una verdad, pero eso el arbol, no lo sabe.

Oc3ano