Sin liftin, sin siliconas

Prólogo (para los extranjeros):
Hay avenidas y calles de Buenos Aires que son muy transitadas.
Tan transitadas a alta velocidad que se han hecho, principalmente en los cruces de calles, unas lomas de asfalto.
Si uno viene manejando a alta velocidad debe, si o si, aminorarla ya que se encuentra con las “lomas de burro” que dañarían el vehículo si uno va a mas de 40.
Las lomas de burro están para prevenir accidentes.


No sirve,
a medias
no sirve.

No sirve si él no quiere,
no sirve si vos no querés,
no sirve “ya no sos como antes”,
ni “no se que me pasa”,
no sirve no tener pelotas para decir “basta”.

Auto convencerse de que todo ha cambiado, no sirve.

Porque perdés el tiempo, porque se lo haces perder.
Porque podrías ser feliz con otra persona, porque podría ser feliz con otra persona
Porque las cosas quebradas no son las mismas, porque no existen curitas para el alma.

No sirve meter los cuernos, esconder el amor, censurar la belleza, fingir, mentirse a uno mismo,

Y si termina…¿qué?
Llorarás y llorará.
Y cuando hartos estén de llorar, sacaran la cuenta de lo que de verdad vale;
En el mejor de los casos... comenzaran de nuevo
y en el peor de los casos... comenzaran de nuevo

Mas fuertes, mas sensibles, mas humanos, hechos mierdas o no… pero volverán a comenzar.

No sirve de nada decir te amo si no lo sentís.
No sirve aferrarse.
No sirve “empecemos de nuevo”.
No sirven las segundas veces.

Una vez me dijeron “las parejas son como una mesa de 3 patas. una pata es el amor, otra es el respeto y otra honestidad. si una de las tres patas se rompe, la mesa, inevitablemente, se cae... ya no vuelve a ser la misma”...
La misma persona le sacó las 3 patas a mi mesa cuando dijo “me voy con ella” pero eso no fue lo verdaderamente importante.

Venía caminando, mirando las baldosas de San Telmo. Contando adoquines, preguntándome qué manos habrán puesto esas piedras una al lado de la otra.
Pensando que los adoquines son como parejas.

Algunos adoquines “están” juntitos, juntitos.
Otras parejas de adoquines están mirando para distintos lados pero, “están”
A otras parejas de adoquines les falta un adoquín y sin embargo, si, están.

Pensar que esos adoquines estuvieron antes que yo y estarán cuando yo ya no esté. Seguirán estando pese a mis preguntas.

Venía pensando en lo distintas que son las parejas.
En como se busca la perfección cuando no existe en cuestiones de amor.
¿Por qué se busca la pareja perfecta si una pareja está hecha de dos seres humanos imperfectos?

Venía cruzando la calle y subí a la vereda, justo, cuando me subía a la cabeza la certeza de no ser perfecta.
Subían a mi cabeza las preguntas “¿por qué las parejas son tan complicadas? ¿por qué la gente sigue estando junta si ya se sabe que no da para más?”
Miraba para abajo, miraba el cordón de la vereda y pensaba.
Me gusta hacer equilibrio en los cordones cuando equilibro ideas.

Y de repente... vi unos pies pequeños y comencé a caminar más despacio.

Una vez me dijeron, en broma, que: “a la gente mayor le pagan para caminar por las veredas pequeñas. El trabajo es no dejarte pasar ni por derecha ni por izquierda y le pagan fortunas por ser lomitas de burros en las veredas”
“Pensar que algún día voy a ser lomita de burro y nadie me pagará un centavo” pensé

Y seguí un tramo largo haciendo equilibrio en el cordón, mirando los 4 pies de “dos lomitas de burro”
Y decidí no bajar a la calle.
Decidí ser “lomita de burro prematura” mirando aquellas parejas de pies.

Ella tenía unas zapatillitas blancas, zapatillitas gastadas y tobillos pequeños.
Él tenía zapatos de vestir y medias finas, azules.
Ella traía una pollera debajo de sus rodillas, él un pantalón azul oscuro.
Los dos eran delgados. Y como diría una amiga “los dos llegaron tarde al reparto de culos”
Y de repente, llegué con mis ojos a sus manos.

Manos arrugadas
manos de haber vivido años
manos de historias que no conozco
manos delicadas
frágiles
y fuertes

manos de más de 70
manos temblorosas
manos de jurar amores
de dolores
de alegrías

manos que quizás soñaron cuentos
manos que quizás tocaron libros que no leeré nunca
manos que quizás viajaron a sitios para mi extraños
manos de mas de 70 años

hermosas
manos unidas

dedos entrelazados

manos puras
de comprensión
de amor
de alma

Venían los dos de la mano con paso calmo. Venían los dos en silencio por las veredas finitas de San Telmo.
Y me emocionaron.

Esas manos entrelazadas me trajeron un tango de Jorge Falcón que dice:

“viejitos sin dientes,
por la cuatro estaciones de un mundo de nietos
y verás, mi vida,
que miente el espejo
pues seremos novios
aunque estemos viejos”

Mas de 70 y él no la soltó el cruzar la calle.

Y yo, que venía desesperanzada de tanta pareja buscando perfección me dije:

Si, sirve, el amor que no se cansa
si sirve, el amor de toda la vida
el amor comprensivo
el amor que es amor hasta el hartazgo

Sirve amar el mal aliento,
amar el mal humor de las mañanas,
amar al otro como a uno mismo,
amar al otro como ser humano,
amar la esencia pura.

Sirve el amor “amor”
el amor que crece,
el amor que aprende
el amor de dos
no de uno, ni el de mitades

Sirve el amor en silencio,
encontrarse en otros ojos,
sentir mariposas en la panza,
y sentir amor cuando las mariposas ya se han ido

Sirve el amor que comprende, el amor que entiende que el otro no es una cosa
Sirve el amor que no miente, el amor que no oculta, sirve el amor que da el alma
el amor que regala la vida sin importar un carajo.
El amor que da la cara, que defiende, que lucha.

Sirve el amor sin lujos,
el amor que ríe,
el amor que hay cuando se llora.

Sirve el amor cuando se fueron los amigos,
sirve el amor que queda cuando parece no quedar nada.

Y qué cuernos importa si es hombre o mujer,
y qué cuernos importa si es mas pequeño,
si es mas alta,
si es mas gordo,
y no calza leidi estor.

Sirve el amor que es mas puro con los años

Y qué cuernos importa si no le entran los corpiños de karo cuore
si no tiene la tersura de jabón lux,
si no baila como chayane,
si no huele como calvin clei,

Y que cuernos importa si no sonríe como la modelo de agua mineral
si se afeita con la hoja que no afeita al ras.

Sirve el amor que no busca egoísmos,
sirve el amor, el amor arrugado
que no deja de ser amor

Y yo que venía pensando en adoquines, en la persona que me dijo “no me gusta mi pareja, ya no es lo que era antes” vi esas manos y comprendí

Queda esperanza todavía
queda gente que se ama
sin liftin, sin siliconas

queda esperanza
todavía puedo salvarme

queda gente que se ama
sin luces de jólibud
queda gente que no necesita publicarlo

entre tanta rapidez mediática
entre tanta basura publicitaria
entre tanta idea de “consumir parejas delgadas y globalizadas”
entre tanta idea de no comprometerse con absolutamente nada
queda esperanza

Queda esperanza

todavía queda gente que sostiene puertas,
que deja que el otro pase,
todavía quedan autos que se detienen ante mi paso,
todavía queda gente que saluda,
que mira a los ojos.

Queda esperanza

todavía hay gente que socorre
que ayuda
que no desgasta la pureza

Queda esperanza
todavía hay gente que se ama bien
gente que no pierde el tiempo
gente que respeta las cosas bien hechas
que valora la simpleza

Queda esperanza
todavía hay gente que se ama bien
gente que se ama de por vida

Que alegría hacer equilibrio en los cordones y darse cuenta que se puede amar
sin liftin sin siliconas.
Que alegría la entrega, que alegría ver tanta belleza.

Todavía hay gente que se ama bien, todavía se pueden encontrar lomitas de burro en las veredas de San Telmo